A priori, a posteriori. Las expresiones a priori («previo a») y a posteriori («posterior a») se utilizan para distinguir entre dos tipos de conocimiento: el
conocimiento a priori es aquel que, en algún sentido importante, es independiente de la experiencia; mientras que el conocimiento a posteriori es aquel que, en algún sentido importante, depende
de la experiencia.
Las pseudoproposiciones y los pseudoproblemas. pseudoproposiciones lógicas: las tautologías y las contradicciones son carentes de sentido, pero no son
sinsentidos; las leyes lógicas no describen ningún acontecimiento real del mundo
pseudoproposiciones filosóficas: no describen estados de cosas, no se refieren al mundo, por lo que carecen de sentido; pero tampoco describen las estructuras
formales del lenguaje; las proposiciones filosóficas son sinsentidos. Wittgenstein considera que no existen los problemas filosóficos, que son pseudoproblemas consecuencia de confusiones
lingüísticas; por esta razón las proposiciones metafísicas no son ni verdaderas ni falsas, son sinsentidos.
Reduccionismo. El reduccionismo es el enfoque filosófico según el cual la reducción es necesaria y suficiente para resolver diversos problemas de
conocimiento.