El Tractatus: es una teoría del pensamiento a través de una teoría del lenguaje; y dado que el pensamiento versa acerca de lo real, será también en último término una teoría de la realidad.
El Tractatus versa sobre el isomorfismo de lenguaje y mundo, y la reducción del lenguaje a su función descriptiva. Lenguaje y mundo tienen un elemento común: su forma.
El pensamiento como figura lógica: El que el lenguaje sea la expresión del pensamiento permite que ambos resulten de alguna manera intercambiables, de modo que la investigación sobre el
pensamiento pueda ser sustituida por el estudio de la proposición y que éste sea al mismo tiempo una teoría del pensamiento. Para el autor la relación entre proposición y pensamiento es tan
estrecha que, llega a identificarlos.
Juegos de lenguaje: Las palabras se definen por su uso, este se inserta dentro de un contexto de actividades de tipo tanto lingüístico como no lingüístico. Y tampoco es único ya que el
lenguaje comprende una multiplicidad de funciones. Ahora bien, ¿cuál es el criterio de distinción de la multiplicidad de usos lingüísticos?, ¿cómo sabemos el uso que le toca a cada palabra en
cada caso particular?. Lo que marca la distinción de usos del lenguaje son los distintos contextos en que se desarrollo.
Jurguen Habermas
Teoría de la acción comunicativa: Las ideas centrales expuestas por Habermas son su teoría de los “tres mundos” que, en cierta medida, ha tomado de Karl Popper, el mundo objetivo, que
consiste en la totalidad de las entidades sobre las que se pueden elaborar enunciados verdaderos, y que sería el mundo reservado a la ciencia; el mundo social, que serían las relaciones
interpersonales reguladas legítimamente (ámbito de la economía, de la política y del Estado) y el mundo subjetivo, que sería el de las propias vivencias, a partir de las cuales se establecen
entre los humanos relaciones intersubjetivas mediante el lenguaje y los símbolos. De esos “tres mundos” Habermas deriva los conceptos de “lebenswelt” (mundo de vida), de “sistema” y construye su
teoría de la “acción comunicativa”.
Bertrand Russell
Teoría del Conocimiento: En el contexto de la filosofía tradicional (escolástica, fundamentalmente) es normal referirse a varios tipos de conocimiento y establecer una jerarquía
entre ellos. Empezando por el llamado conocimiento vulgar o del sentido común, se pasa inmediatamente al científico y se señalan después otras formas de conocimiento como el artístico, el
filosófico, el religioso o el teológico, de los cuales este último suele ser considerado el más perfecto. Dentro de este esquema es fácil advertir a veces un ligero desplazamiento hacia el
irracionalismo, a partir del cual el conocimiento científico no sólo ocupa un lugar mínimo en la escala jerárquica de las formas de conocimiento, sino que incluso puede aparecer como
verdadero desconocimiento, por su carácter parcial, limitado.
Rudolf Carnap
Neopositivismo: El punto de partida del neopositivismo lógico es la negación a priori de la Metafísica. Sus representantes, al igual que los positivistas, rechazan toda Metafísica como
ciencia, a la que consideran «no sólo inútil y contradictoria -como lo había insinuado Kant- sino totalmente desprovista de significado». Los problemas de la Metafísica serían pseudo-problemas;
sus enunciados -los que versan, por ejemplo, sobre la causa primera, la finalidad, la trascendencia, etc.- serían meras proposiciones gramaticales carentes de verdadero sentido, inaptas, por
tanto, para recibir la denominación de verdaderas o falsas. El neopositivismo lógico niega la existencia de «verdades aprióricas»: «nuestros conceptos, juicios, o las así llamadas verdades
intemporales son simples suposiciones convencionales... condenadas o salvadas por los procesos empíricos y las experiencias sensibles, los únicos que deciden en este terreno».